Homenaje a Fray José Contrán

Homenaje: Las voces de residentes, colaboradores, voluntarios y algunos benefactores se unieron para entonar… 

“Tú eres mi hermano del alma realmente el amigo…”, 

mientras Fray José se adentraba en el patio de la Escuelita Especial de Virgen del Socorro, en donde se había preparado el Altar Mayor para la Santa Misa.

Confeti cayó del segundo nivel del edificio de niños, los ángeles de Virgen del Socorro lucían sus alas y trajes blancos mientras se escuchaban aplausos y la inconfundible voz de Pablito gritando “Padre, Padre”.

Así recibieron todos al hombre que ha emulado la misión de San Francisco de Asís y del Santo Hermano Pedro, un sencillo italiano que ha entregado su vida, en cuerpo y alma, al servicio de los más necesitados de Guatemala.

EL SEÑOR ME DIO HERMANOS

Homenaje: La familia Obras Sociales se había preparado para agradecer a Fray José, la labor que realizó como hermano menor, durante más de 21 años, practicando la misericordia con los enfermos y necesitados. 

“Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Aquello que me parecía amargo, se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo”. 

(San Francisco de Asis Test 3)

Homenaje: En el altar se preparaban Fray Luis, Fray Bonicio y Fray Paulino para celebrar los Sagrados Misterios, mientras que los colaboradores mostraban los carteles que habían creado, en ocasión, con mensajes como: “Gracias Padre por ser un ejemplo”, “Ser sencillo es lo que te hace grande”, “Fray José, lo queremos mucho”.

“Hoy es un día preparado para El Señor”, “Hoy es un día preparado para usted Fray José”. Dijo Quirio Ixtamer, director de la Escuelita, y así fue.

Mientras Fray José observaba, todavía sorprendido, a los niños, jóvenes y adultos a los que ha dedicado su vida y su trabajo, sonrientes y llenos de amor, Quirio continuaba: 

“Queremos agradecerle por todo lo que usted hizo durante veintiún años como Director de Obras Sociales y que continúa aun haciendo. Queremos agradecer por su entrega y dedicación; por acogernos como su familia y cuidar de nosotros, pero especialmente de estos niños”.

 “Este lugar, Virgen del Socorro, no sería una realidad sin usted.  Fue usted quien se dedicó y trabajó para encontrar las donaciones y la ayuda que se necesitaba. Fueron sus manos y sus pies las que hicieron lo mejor que pudieron para darle, a estos chicos, un hogar digno y seguro”. 

“Gracias Fray José”. 

Y es que Fray José, ha consagrado su vida al Evangelio y ha sido testimonio vivo de la regla del pobrecillo de Asís, haciéndose menor, siendo obediente, y hermano; abrazándonos con el gesto de la cercanía en todo momento.

Con sus manos consagradas por la unción Sacerdotal ha tocado al Verbo de la Vida y nos ha guiado hacia el camino de la misericordia y de la fe.  Con sus pies ha recorrido el camino, como lo hicieron los primeros enviados de Jesús y los misioneros hijos de San Francisco, compartiendo el Evangelio con quienes se encontraba y mostrándoles el camino a la conversión de vida, al lado de los más necesitados, abandonados y despreciados por la sociedad moderna. 

“Y después que el Señor me dio hermanos, nadie me ensañaba qué debería hacer, sino que el Altísimo mismo me reveló que debería vivir según la forma del santo Evangelio”. 

(San Francisco de Asis. Test 14).

Homenaje: Un estruendo de aplausos llenó el recinto.  Fray José bajó la cabeza y agradeció con las manos, mientras un grupo de colaboradores se acercó a él llevando dos moldes para plasmar las huellas de sus manos y de sus pies. Las lágrimas de Fray José iniciaron el lento camino descendente hacia sus mejillas. 

“Beso estas manos, por respeto a lo que hacen y respeto por Aquel que les dio Su autoridad” 

(San Francisco de Asís).

Homenaje: Ejemplo y testimonio

Homenaje: Para la familia Obras Sociales del Santo Hermano Pedro, Fray José es un ejemplo y testimonio de aquel hombre que es fiel a las promesas de Cristo, a su profesión religiosa, a sus votos y a su Ministerio Sacerdotal.  Aquel hombre que sigue entregando su vida, que ha dejado atrás su país, su familia, sus comodidades, para servirle al Padre, dando su vida por los más pobres y necesitados.

“Quien da su vida por mí, recibirán cien veces más y heredarán la vida eterna”.

(Mateo 19, 29)

GRACIAS, YO TAMBIÉN LOS QUIERO MUCHO

Antes de finalizar, Fray José tomó el micrófono para agradecer a todos los colaboradores y residentes por el gesto tan especial que tuvieron con él. 

“Yo no sabía que iba a pasar esto, de repente si lo sabía no vengo. 

Ustedes sepan que, tienen una misión muy grande aquí. Además de ganar el sustento también se ganan el cielo, si lo hacen bien. 

El nombre no importa, lo que importa es lo que hicimos bien. Recordemos que en el Salmo Jesús dice que Él levanta casa al desvalido, (Salmo 113) 

Dios es quien ha levantado esta casa para ustedes. Todo es de Dios, sin Él nada podemos. Allá nos espera, el Hermano Pedro, La Virgen, Los Santos, Los Mártires y todos nuestros ángeles que murieron antes, todos nos esperan, pero cumplamos nuestro deber con amor.

No escandalicen, pongan programas católicos de radio y televisión para que les ayude a todos. Gracias por este gesto. Yo también les quiero, de corazón. Dios les bendiga”.

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